Comunión de los Otros Países del V Suis

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lunes, 15 de diciembre de 2014

Sobre la infalibilidad papal y del Magisterio ex cathedra (segunda parte)


El sacramento del bautismo es indispensable para la salvación del hombre.

En una primera entrega, hemos probado cómo los principios protestantes de sola Scriptura y sola fide, son principios erróneos, y también llegamos a la conclusión de que la infaibilidad papal (1)--negada por los protestantes--es totalmente bíblica, y como también explicamos que la Santa Biblia es un fundamento de nuestra fe, en conjunto con la Santa Tradición, entendemos que Jesucristo le dio autoridad a la Santa Madre Iglesia, para que la misma tuviera papas infalibles, en materia de fe y moral; papas infalibles, pero no impecables, porque los papas sí pueden pecar e ir al infierno. Como dijo N.S. Jesucristo: 
"Mas yo he rogado por ti que tu fe no falte: y tú, una vez vuelto, confirma á tus hermanos." San Lucas 22:32, RVR-1909.
Este versículo también prueba la infalibilidad papal, puesto que indica claramente que Jesucristo rogó para que la FE del Papa no le falte, pero no dijo nada de que el Papa nunca irá a pecar. Eso dependerá de él, y de hecho, infelizmente, han habido casos históricos de Papas que eran malas personas; sin embargo, ninguno de esos Papas legítimos, jamás enseñó ningún error en materia de fe y moral. Este pasaje lo confirma: 
"Y cuando hubieron comido, Jesús dijo á Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Dícele; Sí Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis corderos." San Juan 21:15, RVR-1909.
Con dicho versículo se confirma que el propio Jesucristo le da AUTORIDAD al Simón Pedro, sobre sus "corderos", es decir, sobre los fieles de la Iglesia. Esto indica, que la Iglesia es una monarquía, con Cristo como Rey y el Papa como su Vicario o Primer Ministro, como bien lo explicó el Hno. Pedro Dimond, al cual lo cité en la entrega anterior (2).  
Pío IX, el Papa que convocó el Concilio Vaticano.

El Papa Pío IX, en el año 1869 y 1870, convocó al Concilio Vaticano, que fue el que corroboró en el Magisterio, de forma definitiva y explícita, la infalibilidad pontificia (3): 

Constitución Dogmática Pastor Æternus, Pío IX, 18 de julio de 1870, EX CATHEDRA: "...Con la aprobación del Sagrado Concilio, enseñamos y definimos ser dogma divinamente revelado que el Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando, ejerciendo su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, en virtud de su Suprema Autoridad Apostólica, define una doctrina de Fe o Costumbres y enseña que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres. Por lo mismo, las definiciones del Obispo de Roma son irreformables por sí mismas y no por razón del consentimiento de la Iglesia. De esta manera, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de contradecir ésta, nuestra definición, sea ANATEMA."

Pero tengamos en cuenta de que esta definición dogmática, no fue la primera en definir la infalibilidad papal, como alegan los herejes y cismáticos veterocatólicos, sino que dicha enseñanza es constante a lo largo de todo el Magisterio de la Iglesia, y además, es una enseñanza bíblica, como hemos demostrado. La Santa Biblia es la Palabra de Dios y Dios le dio autoridad a su Iglesia (porque Cristo fue quien fundó la Iglesia), a través de sus Apóstoles--siendo Pedro el primero en importancia, entre los Apóstoles--para que precisamente, bajo la influencia del Espíritu Santo, interpretaran de forma correcta a la Santa Biblia. La famosa regla exegética de San Agustín enseña que "la interpretación de la Biblia es mayormente literal, salvo que la misma se vuelva imposible". (4)  Así por ejemplo, los católicos interpretamos a la creación del Génesis como literal (creacionismo) (5), al igual que la posición de la Tierra en un lugar privilegiado o central en el universo (geocentrismo) (6). Y no sólo San Agustín, sino que tal interpretación es la opinión unánime de los Padres de la Iglesia, y no de "cualquier teólogo" como alegan los raulmiguelistas (7).
Las interpretaciones bíblicas que hagan los falsos teólogos, cismáticos y herejes de la Biblia, no tienen ningún valor, para el Magisterio de la Santa Madre Iglesia. Y por ello, el Magisterio infalible (porque también está el ordinario o falible), no se puede "interpretar" como alegan los raulmiguelistas y los loganianos, sino que ES la interpretación bíblica. Como leemos en la cita del Concilio Vaticano, en su Constitución dogmática Pastor Æternus, el Papa es infalible, pero sólo cuando se expresa ex cathedra, es decir, desde la Silla de San Pedro; y ello no ocurre siempre, sino cuando cumple con los siguientes requisitos: 
  1. Cuando ejerce su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, por su Suprema Autoridad Apostólica, definiendo una doctrina de FE y MORAL (costumbres).
  2. Cuando se dirige en materia de FE y MORAL hacia toda la Iglesia, al conjunto de los fieles (y no es infalible cuando habla en calidad de persona privada, o cuando se dirige a un país o grupo particular). Aclaración: muchas veces la palabra "solemne" es indicativo de que un documento pontificio es infalible, ya que indica que va dirigido a toda la Iglesia, y en materia de fe y costumbres.
  3. Cuando el Papa declara algo (que generalmente ya viene siendo enseñanza constante del Magisterio) como DEFINITIVO.
En los casos que hemos visto en los escritos precedentes, cuando los Concilios Ecuménicos (que también son infalibles, ya que es el Papa, quien los convoca; no así los concilios provinciales o sínodos, que no son infalibles) y los Papas condenaron al "bautismo" de deseo, se trataban de actos definitivos, como lo notamos por ejemplo con el Papa San León Magno concluyó el debate (8): 

Papa San León Magno, carta dogmática a Flaviano, Concilio de Calcedonia, 451:
Dejad que preste atención a lo que el bienaventurado apóstol Pedro predica, que la santificación por el Espíritu se realiza por la aspersión de la sangre de Cristo (1 Pedro 1, 2), y no dejéis que pasen más allá de las mismas palabras del apóstol, considerando que habéis sido rescatados de vuestro vano vivir según la tradición de vuestros padres, no con plata ni oro, corruptibles, sino con la sangre preciosa de Cristo, como cordero sin defecto ni mancha (1 Pedro 1, 18). Tampoco hay que resistir el testimonio del bienaventurado Apóstol Juan: y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado (1 Juan 1, 7); y otra vez, ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Y quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Él es el que vino por el agua y por la sangre, Jesucristo; no en agua sólo, sino en agua y en la sangre. Y es el Espíritu el que lo certifica, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que testifican: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres se reducen a uno solo (1 Juan. 5, 4-8). EN OTRAS PALABRAS, EL ESPÍRITU DE SANTIFICACIÓN Y LA SANGRE DE REDENCIÓN Y EL AGUA DEL BAUTISMO. ESTOS TRES SON UNO Y PERMANECEN INDIVISIBLES. NINGUNO DE ELLOS ES SEPARABLE DE SU VÍCULO CON LOS DEMÁS
He aquí un ejemplo claro de infalibilidad papal, ya que desde el principio venía siendo Magisterio constante, la enseñanza de que el "bautismo" de deseo (que además, lo hacían exclusivo a los catecúmenos) no era un verdadero sacramento (Santo Tomás de Aquino, lo confesó en su Summa Theologica) (9), sino simples tradiciones de los hombres; de hecho, la opinión unánime de los teólogos Padres de la Iglesia (no cualquier teólogo, como enseñan los raulmiguelistas) era oponerse al "bautismo" de deseo. Ahora, con San León Magno, gracias a la infalibilidad pontifica, el debate teológico llegó a un punto final, en el año 451, es decir, todavía en la Edad Antigua, antes de que cayera el Imperio Romano de Occidente. ¡Para que vean los herejes laxistas, en qué época tan temprana se condenó al "bautismo" de deseo! 
San León Magno, el Papa que culminó el debate.

Dicho texto dogmático del Papa San León Magno, nos prueba, que sólo el bautismo de agua es el sacramental (y por ende, el que permite ingresar a la Iglesia), y que está compuesto por el espíritu de santificación, la sangre de redención y la propia agua bautismal. Y dice con mucha claridad: "Estos tres son UNO", y remata: "y permanecen indivisibles; ninguno de ellos es separable de su vínculo con los demás". Con esto, queda ya echada por tierra, la falacia del "bautismo" de deseo (y el de sangre, que es más o menos, lo mismo en esencia), pero para dejarlo bien claro, veamos cómo lo aclara el Hno. Pedro Dimond, OSB (10): 

Antes de tratar de la tremenda importancia de esta declaración, daré algunos antecedentes sobre esta carta dogmática. Esta es la famosa carta dogmática del Papa San León Magno a Flaviano, escrita originalmente en 449, y posteriormente aceptada por el Concilio de Calcedonia – el cuarto Concilio general de la Iglesia – en 451 (citado en Los Decretos de los Concilios Ecuménicos, Georgetown Press, vol. 1, pp. 77-82). Este es uno de los documentos más importantes en la historia de la Iglesia. Esta es la famosa carta que, cuando fue leída en voz alta en el Concilio dogmático de Calcedonia, hizo que todos los Padres del Concilio (más que 600) se levantaran y proclamaran: ¡Esta es la fe de los Padres, la fe de los Apóstoles; Pedro ha hablado por la boca de León!”. La carta misma personifica el término ex cathedra (hablando desde la Cátedra de Pedro), como lo demuestra la reacción de los padres de Calcedonia. Esta carta dogmática del Papa León fue aceptada por el Concilio de Calcedonia en su definición de Fe, que fue aprobada autoritariamente por el mismo Papa León.

Y si esto no fuera suficiente para probar que la carta del Papa León es sin duda infalible y dogmática, téngase en cuenta el hecho que también fue aprobada por el Papa Virgilio en el Segundo Concilio de Constantinopla (533)[262] y por el Papa San Agato en el Tercer Concilio de Constantinopla (680-681)[263]. También fue confirmada infaliblemente por una serie de otros Papas, incluyendo: el Papa San Gelasio, 495[264], el Papa Pelagio II, 533[265], y el Papa Benedicto XIV, Nuper ad nos, 1743[266].

Debido a la enorme importancia de la carta del Papa León en el tema que nos ocupa, citaré un extracto del Papa San Gelasio que dice que nadie puede contradecir, ni en lo más mínimo, esta epístola dogmática del Papa San León a Flaviano.

Papa San Gelasio, Decreto, 495: “Igualmente la carta dogmática del bienaventurado Papa León a Flaviano (…) si alguno disputare de su texto sobre una sola tilde, y no la recibiere en todo con veneración, sea anatema[267].

Aquí tenemos al Papa San Gelasio hablando ex cathedra para condenar a todo aquel que se desviare, incluso en una sola tilde, del texto de la epístola dogmática del Papa León a Flaviano.

Ahora, en la sección de la carta dogmática del Papa León, anteriormente citada, él trata de la santificación por el Espíritu. “Santificación por el Espíritu” es el término para la justificación del estado de pecado. La justificación es el estado de gracia. Nadie puede llegar al cielo sin la santificación por el Espíritu [la justificación], como admiten todos los que se profesan católicos. El Papa San León afirma, por la autoridad de los santos apóstoles Pedro y Juan, que esta santificación por el Espíritu se realiza por la aspersión de la sangre de Cristo. Él demuestra que sólo es mediante la recepción de esta sangre de Redención que la persona puede cambiar del estado de Adán (pecado original) al estado de gracia (justificación/santificación). Es solamente por esta sangre que la santificación por el Espíritu surte efecto. Este dogma fue definido también por el Concilio de Trento.

Papa Paulo III, Concilio de Trento, sesión 5, del pecado original, ex cathedra: “Si alguno afirma que este pecado de Adán (…) se quita por las fuerzas de la naturaleza humana o por otro remedio que por el mérito del solo mediador, nuestro Señor Jesucristo, el cual, ‘hecho para nosotros justicia, santificación y redención’ (1 Cor. 1, 30) nos reconcilió con el Padre en su sangre; o niega que el mismo mérito de Jesucristo se aplique tanto a los adultos como a los párvulos por el sacramento del bautismo, (…) sea anatema”[268].

Papa Paulo III, Concilio de Trento, sesión 6, cap. 3, ex cathedra: “Más, aun cuando Él murió por todos, no todos, sin embargo, reciben el beneficio de su muerte, sino sólo aquellos a quienes se comunica el mérito de su pasión
Como vemos, la definición dogmática e infalible de los Papas sobre el sacramento del bautismo, es muy clara y concisa; todo lo contrario que por ejemplo, las "condenas al aire" (por su ambigüedad) de las encíclicas Mit brennender sorge y Non abbiamo bisogno del Papa Pío XI, el mismo Papa que, infaliblemente condena al comunismo, a través de la Encíclica Divini Redemptoris, tal cual, lo hemos demostrado en artículos precedentes (11). 

La Santísima Virgen María también fue bautizada, por su Hijo, pese a que ella no lo necesitaba (por ser inmaculada y sin mancha); pero igual se bautizó por obediencia a Cristo.


Para que quede más claro aún, el asunto de la infalibilidad papal, citaré nuevamente al Concilio Vaticano I, donde dice: 
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, 1870, ex cathedra:
ASÍ, PUES, ESTE CARISMA DE LA VERDAD Y DE LA FE NUNCA DEFICIENTE, FUE DIVINAMENTE CONFERIDO A PEDRO Y A SUS SUCESORES EN ESTA CÁTEDRA

Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, 1870, ex cathedra:
“…Esta Sede de San Pedro permanece siempre intacta de todo error, según la promesa de nuestro divino Salvador hecha al príncipe de sus discípulos: Yo he rogado por ti, a fin de que no desfallezca tu fe
Como notamos, aquí se confirma una vez más, la infalibilidad pontifica. Pero además, la misma no fue un "invento moderno", como alegan los veterocatólicos y herejes similares, sino que es algo bíblico (como hemos demostrado) y que ya había iniciado desde los primeros tiempos de la Iglesia católica; por ejemplo:

Papa San Gelasio I, epístola 42 o decreto de recipiendis et non recipiendis libris, 495: “Consiguientemente, la primera es la Sede del Apóstol Pedro, la de la Iglesia Romana, que no tiene mancha ni arruga ni cosa semejante (Ef. 5, 27)”
Eso fue en el año 495, y ya habla de la infalibilidad pontificia, pues dice que la Sede del Apóstol Pedro, no tiene mancha, es decir, no tiene errores; así que un Papa cuando se expresa ex cathedra, no se equivoca.  Sí se equivoca, si habla fuera de la Cátedra de Pedro, en calidad de persona privada; existen muchos documentos pontificios que son simplemente cartas privadas o Magisterio sí (que debe creerse), pero que no es infalible. Hay muchas cosas de la Santa Biblia, que para los católicos está abierta a cierta libre interpretación, pero no al extremo de caer en el libre examen protestante, sino que siguiendo la regla de San Agustín, y teniendo en cuenta además, de que la Biblia posee muchas metáforas y alegorías. Por eso, las Sagradas Escrituras siempre deben interpretarse, de acuerdo a la opinión unánime de los Padres de la Iglesia, y si el Magisterio infalible define o aclara algo determinado, debe creerse como decía el Papa San Gelasio, en su Decreto del año 495: "de forma literal, con veneración y sin cambiarle ni una sola tilde".
Según los raulmiguelistas y los loganianos sin embargo, el Magisterio infalible de la Iglesia puede ser "interpretado", o sea, que según ellos, se puede hacer una "interpretación de la interpretación" (el Magisterio ya es la interpretación de lo que dice la Biblia, bajo la luz esclarecedora del Espíritu Santo, quien guía a la Iglesia). Esto es un error grave; el Magisterio de la Iglesia, y especialmente el infalible, debe ser entendido y obedecido de forma LITERAL. ¿Por qué? Porque así lo enseña la Iglesia, por la infalibilidad papal:
Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, 1870, sesión 4, cap. 4:
“… El Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra [desde la cátedra de Pedro] – esto es, cuando cumpliendo su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, define por su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre fe y costumbres debe ser sostenida por toda la Iglesia universal –, por la asistencia divina que fue prometida en la persona del bienaventurado Pedro, goza de aquella infalibilidad que el Redentor divino quiso que estuviera provista su Iglesia en la definición de la doctrina sobre la fe y las costumbres; y, por tanto, que las definiciones del Romano Pontífice son irreformables por sí mismas y no por el consentimiento de la Iglesia”
Reiteré la cita, para que quede bien claro, que "las definiciones del Romano Pontífice son IRREFORMABLES POR SÍ MISMAS", es decir, que no dependen de la "interpretación" que dé el "consentimiento de la Iglesia"; para Raúl Miguel, el Magisterio infalible de la Iglesia "debe ser interpretado a la luz del sentimiento común de los teólogos", pero acabo de demostrar, citando al Magisterio ex cathedra del Papa Pío IX, presidencia un Concilio Ecuménico, que eso NO es así, que la realidad es que la infalibilidad de un texto religioso, no la dan los teólogos, sino el Papa. Así, en la doctrina de la Gracia defendida por San Agustín, o en la doctrina de oponerse al "bautismo" de deseo, enseñada por la opinión unánime de los Padres y Doctores de la Iglesia, esas doctrinas no son infalibles necesariamente por esa unanimidad teológica--como pretenden los herejes raulmiguelistas y loganianos--sino que son infalibles, porque así lo definieron desde la Silla de San Pedro, los Papas de la Iglesia católica.
Mostraré un ejemplo ilustrativo de cómo se expresan estos herejes, como buenas 'serpientes' al servicio de Satanás que son; veamos un ejemplo del comentario de El Anacoreta, en Crux et Gladius (es un comentario de finales del año 2013) (12): 
"Lo dogmatico no se interepreta? los protestantes interpretan dogmas? con ese criterio querido crux..para que existe la Teologia Dogmatica?no sabe que la teologia dogmatica ilustra sobre los dogmas y los explica sin deviacion alguna? no sabe acaso que la teologia dogmatica en toda la historia de la Iglesia ha tratado el tema del bautismo y ponderado tambien el "bautismo de deseo y sangre" como no dos bautismos en si mismos,ya que solo existe el de agua,pero que si se puede obtener la gracia extrasacramental que nos de alguna membrecia de la Iglesia? no sabe acaso que el mismo caso es tratado y expandido para el caso del perdón de los pecados que por palabras de nuestro señor para obtener esa gracia se necesita a un sacerdote valido? sin embargo la misma teologia dogmatica que los feneetas desprecian dice que se puede obtener la gracia extrasacramental dadas ciertas circunstancias y el perdon de los pecados? acaso se agarraran del argumento absurdo que eso de la contriccion perfecta es valido porque ya estaba bautizado?como si uno pudiera contradecir de forma directa las palabras de cristo y sus mandatos? entonces lo que se debe hacer es analizar y estudiar la teologia dogmatica,no recortar y pegar....ademas con eso ustedes estan atentando contra una de las notas de la Iglesia..LA SANTIDAD,ya que permitio y permite,ya que usted lo puede comprobar desde siempre en los libros que ella ha aprobado la distincion entre bautismo de deseo y de sangre dadas para los catecumenos y martires que murieron ese estado,muriendo como miembros de la Iglesia.El fenesmo confunde y toma medidas generales dadas en concilio para casos particulares y fruto de excepciones...o acaso cuando se habla de la confesion se pondera la contriccion perfecta? no...porque se esta hablando de modo general como unico vehiculo al perdon de los pecados..sin embargo cuando particulariza la Iglesia lo da por valido y catolico.Lo mismo pasa con el tema del Bautismo,la Iglesia habla en modo general y no pondera las excepciones y cuando las pondera,porque trento dice claramente "o su deseo"...los fenetas lo toman como el deseo subjetivo para recibir al sacramento,sin embargo nunca han leido la teologia dogmatica al respecto donde ilustra este punto,y es bien evidente a que se refiere...no se refiere al deseo del sacramento,ya que esa es una condicion de validez,sino al DESEO de recibirlo y no poderlo hacer y morir posteriormente como los catecumenos u otros casos,,,,ya que si se refiriera a los condicionantes de validez necesitaria poner TODOS materia,forma,ministro,e intencion tanto del ministro como del que recibe...ninguno es mas importante que otros...esto habla de la contumacia. Con respecto a los protestantes...ellos no interpretan dogmas...ellos NO ACEPTAN DOGMAS...la Iglesia los expone e interpreta a los fieles el sentido correcto...no los protestantes..los que no interpretan son los FENETAS
El Anacoreta
."
 El Anacoreta inicia con una pregunta: "¿Lo dogmático no se interpreta?"  Y continúa con su retórica: "¿Los protestantes interpretan dogmas? Con ese criterio querido Crux, ¿para qué existe la teología dogmática? ¿No sabe que la teología dogmática ilustra sobre los dogmas y los explica sin desviación alguna?" Con esto él demuestra dos cosas: No entender que los dogmas, una vez que son declarados como algo DEFINITIVO, ya no queda más lugar a interpretación (eso fue lo que ocurrió con el tema del "bautismo" de deseo, como demostramos con la cita del Papa San León Magno); y no entender para qué sirve la teología dogmática. Ésta sirve para tratar sobre las verdades teóricas de la fe relativas a Dios y sus obras, pero, una vez que el Papa, haciendo uso de su infalibilidad papal, declaró que determinada materia de discusión teológica dogmática está en estado DEFINITIVO, entonces, la teología dogmática (ya que es dogmática, como dice su nombre), debe limitarse a seguir ad literam, lo definido por el Papa de forma definitiva. No puede existir interpretación posible, una vez que el Papa ha declarado ex cathedra un dogma, ya que hacer eso, sería lo mismo que caer en el "libre examen" protestante, aplicado a las declaraciones papales.
Pese a esta realidad, el hereje prosigue con su retórica torcida: "¿No sabe acaso que la teologia dogmatica en toda la historia de la Iglesia ha tratado el tema del bautismo y ponderado tambien el "bautismo de deseo y sangre" como no dos bautismos en si mismos, ya que solo existe el de agua, pero que si se puede obtener la gracia extrasacramental que nos de alguna membrecia de la Iglesia?". Aquí notamos que el hereje, confiesa que sólo existe el bautismo de agua y también confiesa que los ficticios "bautismos" de deseo y sangre son extra-sacramentales, y entonces, como solución, alega que también se puede obtener membrecía en la Iglesia a través de "gracia extrasacramental". Esto es una terrible herejía, pues enseña el Magisterio infalible:

Papa Inocencio III, Cuarto Concilio de Letrán, constitución 1, 1215, ex cathedra: “Y UNA SOLA ES LA IGLESIA UNIVERSAL DE LOS FIELES, fuera de la cual absolutamente nadie se salva, y en ella el mismo sacerdote es sacrificio, Jesucristo

 ¿No entiende El Anacoreta el significado de la palara "nadie"? ¡Nadie se salva fuera de la Iglesia!, ¿Cómo va a existir "gracia extrasacramental"? Aparte, el Concilio de Trento enseña que el SACRAMENTO del bautismo es necesario para salvarse:
Papa Paulo III, Concilio de Trento, sesión 7, can. 5 sobre el sacramento del bautismo, ex cathedra: “Si alguno dijere que el bautismo [el sacramento] es libre, es decir, no necesario para la salvación (Juan 3, 5), sea ANATEMA”.
 Y para que quede claro, esa enseñanza es CONSTANTE, y declarada de forma INFALIBLE por los Papas de la Iglesia:
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Exultate Deo”, 22 de noviembre de 1439, ex cathedra: “El primer lugar entre los sacramentos lo ocupa el santo bautismo, que es la puerta de la vida espiritual pues por él nos hacemos miembros de Cristo y del cuerpo de la Iglesia. Y habiendo por el primer hombre entrado la muerte en todos, ‘si no renacemos por el agua y el Espíritu’ como dice la Verdad, ‘no podemos entrar en el reino de los cielos’ (Juan 3, 5). La materia de este sacramento es el agua verdadera y natural

Papa Inocencio III, Cuarto Concilio de Letrán, constitución 1, 1215, ex cathedra: “En cambio, el sacramento del bautismo (que se consagra en el agua por la invocación de Dios y de la indivisa Trinidad, es decir, del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo) aprovecha para la salvación, tanto a los niños como a los adultos fuere quienquiera el que lo confiera debidamente en la forma de la Iglesia.

Papa Benedicto XIV, Nuper ad nos, 16 de marzo de 1743, Profesión de fe: “Igualmente [profeso], que el bautismo es necesario para la salvación y, por ende, si hay inminente peligro de muerte, debe conferirse inmediatamente sin dilación alguna y que es válido por quienquiera y cuando quiera que fuere conferido bajo la debida materia y forma e intención.
 ¿Qué nos enseñan estos textos infalibles? ¿Que existe el "bautismo" de deseo? ¡No!; nos enseña que el primer sacramento, el más importante, es el bautismo, porque es el que nos permite INGRESAR a la Iglesia; y nos dice de forma bien CLARA, PRECISA y CONCISA, para que no quede lugar a dudas, de que la materia del bautismo es el AGUA VERDADERA Y NATURAL. No dice que la materia sea ni la sangre ni mucho menos el deseo, pues este último ni siquiera es materia; no, para bautizarse, es necesario un soporte físico, un compuesto químico, y esa sustancia es el AGUA.
Papa Eugenio IV, culminó el Concilio de Florencia.

También nos enseña, que para que el bautismo sea válido, requiere de materia, forma e intención; es decir, que sí tiene que existir un deseo, y el ritual debe llevarse a cabo de la forma en que la Iglesia lo explica, pero que la materia es el agua. Esos tres elementos son fundamentales, para que se realice el sacramento del bautismo, y NO se pueden excluir ninguno de esos tres elementos, ¡no se puede excluir al agua! Sin agua verdadera y natural, por más que haya forma correcta e intención, ¿cómo va a haber sacramento de bautismo? Es imposible, no lo hay.
Pero agrega El Anacoreta (todo en perfecta consonancia con las enseñanzas del heresiarca Raúl Miguel y del heresiarca Logan):

"¿No sabe acaso que el mismo caso es tratado y expandido para el caso del perdón de los pecados que por palabras de nuestro señor para obtener esa gracia se necesita a un sacerdote valido? ¿Sin embargo la misma teologia dogmatica que los feneetas desprecian dice que se puede obtener la gracia extrasacramental dadas ciertas circunstancias y el perdon de los pecados? ¿Acaso se agarraran del argumento absurdo que eso de la contriccion perfecta es valido porque ya estaba bautizado? ¿Como si uno pudiera contradecir de forma directa las palabras de cristo y sus mandatos? "
En su ignorancia herética, El Anacoreta intenta comparar el sacramento del bautismo con el sacramento de la confesión, pero no es lo mismo, pues la gran diferencia, es que en el caso de la confesión, la misma sirve para los que ya son católicos, los que ya están bautizados, los que ya están dentro de la Iglesia. Como vimos en las citas, el bautismo es indispensable para ingresar a la Iglesia, y no admite excepciones; sin embargo, la confesión sí admite excepciones, en casos extremos, y con constricción perfecta (que sea un arrepentimiento verdadero y profundo), cuando no haya ningún sacerdote disponible, porque el fiel creyente ya está dentro de la Iglesia. Supongamos que esa persona católica ha pecado mortalmente (por ejemplo, robó un camello a un árabe y huyó), y se encuentra en el medio del desierto del Sahara, donde no hay ningún sacerdote cerca, y luego esa persona se arrepiente profundamente y con total sinceridad de su pecado. Entonces, en ese caso, no le queda otra que confesarse directamente ante Dios y pedir perdón, y Dios en su infinita misericordia y justicia, no se lo va a negar.
Ahora supongamos un ejemplo similar, pero con una persona no está bautizada y quedó en la desgracia de perderse en el medio del desierto, donde no hay agua. Y esa persona, tiene el deseo de bautizarse, pero no tiene ni siquiera agua para beber, y aún en el caso de tenerla, necesitaría alguien (aunque no fuera sacerdote, porque en extremo, los laicos, e incluso no-creyentes, pueden bautizar, con tal que lo hagan de la forma que la Iglesia manda y con la intención que posee la Iglesia) que lo bautizara, ya que uno no se puede bautizar a uno mismo; entonces, ¿qué pasa con esa persona?, ¿se salva o no se salva? Para los raulmiguelistas y los loganianos, si esa persona fallece, igual se salva, porque tenía el "deseo" de bautizarse; pero para los católicos, esa persona, si fallece no se salvará. Sin embargo, Dios en su infinita misericordia, podría realizar un milagro e impedir que esa persona falleciera, orientándolo--de alguna manera--hacia un oásis, no para que se bautizara, sino para que sobreviviera, y luego, para que lograra salir del desierto y regresara a la civilización, dándole la oportunidad de ser bautizado por alguien. Pero los herejes del "bautismo" de deseo como El Anacoreta no consideran eso; para ellos, hay cosas que son imposibles para Dios, y eso NO es cierto, pues "para Dios no hay cosas imposibles" (San Lucas 1:37).
El hereje prosigue en sus ignorancias:

"Entonces lo que se debe hacer es analizar y estudiar la teologia dogmatica, no recortar y pegar....ademas con eso ustedes estan atentando contra una de las notas de la Iglesia..LA SANTIDAD,ya que permitio y permite,ya que usted lo puede comprobar desde siempre en los libros que ella ha aprobado la distincion entre bautismo de deseo y de sangre dadas para los catecumenos y martires que murieron ese estado,muriendo como miembros de la Iglesia."
Me parece que el que tiene que ir a estudiar es El Anacoreta y no nosotros, porque él define mal a a teología dogmática e ignora que cuando un Papa se expresa ex cathedra sobre algo, de forma definitiva, ya no se puede discutir más teológicamente, porque cuando el Papa habla ex cathedra, es Cristo, quien está hablando por la boca del Papa.  El Papa es el Vicario de Cristo; contradecir al Papa (como hacen estos herejes) es contradecir a Cristo. Ahora, pese a esta afirmación rotunda de mi parte, es probable que el difamador e injuriador compulsivo de Raúl Miguel, me siga acusando burdamente de "jansenista"; eso demuestra su profunda mala voluntad, su profunda maldad y su depravación herética. Eso, es odio a Cristo y a su Santa Iglesia.
Todavía El Anacoreta calumnia aseverando que "atentamos contra la nota de santidad de la Iglesia"; eso es una brutal mentira. La Iglesia no permitió el "bautismo" de deseo, ni siquiera para catecúmenos (además los raulmiguelistas y los loganianos, ni siquiera afirman que el "bautismo" de deseo es para los catecúmenos, sino para cualquiera); y tampoco aprobó el "bautismo" de sangre. Los mártires verdaderos son católicos bautizados (con agua), que murieron por Cristo; esto es lo que enseña el Magisterio infalible de la Iglesia, en contra de lo que afirma El Anacoreta, Logan y Raúl Miguel y sus secuaces:

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Cantate Domino”, ex cathedra: Y que nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia católica". 
Como vemos, el Magisterio infalible, a través del Papa Eugnio IV, en el Concilio de Florencia, expresándose desde le Silla de San Pedro, condena al "bautismo" de sangre, pues dice que ni siquiera derramando sangre por Cristo, uno puede salvarse, si no se encuentra dentro de la Iglesia católica. ¿Y qué se necesita para estar ingresar a la Iglesia, como ya hemos visto? ¡El sacramento del bautismo! Una vez dentro, se debe permanecer en la fe católica y cumplir con los Diez Mandamientos, para poder salvarse; es decir, la justificación se da por la fe y por las obras. Pero según los protestantizados y judaizantes raulmiguelistas y loganianos, si alguien no está bautizado, igual puede salvarse, con tal que se desangre por Cristo o que tenga el deseo de bautizarse, o incluso, con tal que ni se entere de la existencia de Cristo y su Iglesia. O sea, que los raulmiguelistas y loganianos proclaman la "salvación universal", al igual que la Constitución dogmática Lumen Gentium del Conciliábulo Vaticano II, como hemos demostrado anteriormente (13).
Secta de los flagelantes, condenada por el Papa Clemente VII.

Migne explica sobre esta herejía del "bautismo" de sangre (14):

"Hacia el año 1348, afligida y devastada la Europa por la peste negra y otras calamidades, comenzó de nuevo en Alemania, el frenesí de las flagelaciones. Muchas personas reunidas en gabillas abandonaban su domicilio y corrían por los lugares y aldeas azotándose y exhortando a todo el mundo a que los imitaran. Enseñaban que la flagelación tenía la misma virtud que el bautismo y los otros sacramentos; que por ella se alcanzaba la remisión de los pecados sin el auxilio de los méritos de Jesucristo; que la ley dada por el Señor debía ser en breve abolida y reemplazada por otra que ordenaría el "bautismo de sangre" sin el cual no podia salvarse ningun cristiano. Los flagelantes causaron sediciones, muertes y saqueos. El Papa Clemente VII condenó esta secta; los inquisidores enviaron al suplicio algunos de estos sectarios; y para exterminarlos, se unieron los principes de Alemania a los obispos. Gerson escribió contra ellos y el rey Felipe de Valois impidió que penetrasen en Francia."
"Diccionario de Herejías, Errores y Cismas", Jacques-Paul Migne, 1850.

Este hecho histórico, demuestra el peligro de estas sectas ANTI-CRISTIANAS; vemos cómo los flagelantes eran unos herejes, que causaron sediciones, muertes y saqueos, y leemos que el Papa Clemente VII condenó a esa apestosa secta y que la Santa Inquisición los castigó como se merecían; y todavía, la Monarquía católica alemana y francesa, se aliaron, como buenos reyes católicos que eran, con tal de exterminar a esos inmundos herejes.
Esto destroza, desmonta, desmantela y humilla todos los pseudo-argumentos de estos neo-pelagianos y neo-flagelantes como los raulmiguelistas y los loganianos, quienes niegan palabra por palabra el dogma "fuera de la Iglesia no hay salvación". Estos argumentos de Migne, del Papa Clemente VII y del Papa Eugenio IV, son argumentos que demuestran incluso políticamente, quién es quién, en esta lucha perpetua entre el bien y el mal, entre la Iglesia de Cristo y la Sinagoga de Satanás, y demuestra una vez más, como nosotros los monárquicos puros, somos los que tenemos razón y no los demócratas como son los actuales raulmiguelistas. Recordemos que Raúl Miguel, ha dado a entender por sus palabras, que es un completo aliadófilo y cripto-liberal; el liberalismo es hijo de la masonería, ésta es un invento protestante, y como vimos, el protestantismo es judaizante, pues al aferrarse a la falsa doctrina de la sola Scriptura (negando la Santa Tradición), están queriendo decir que el Antiguo Testamento tiene más valor que el Nuevo, ya  que este último fue escrito en el siglo I, por la Iglesia; por ende, Raúl Miguel, al ser cripto-protestante es un judaizante, como muy bien lo he acusado, y ahora, sin difamarlo, pues he presentado pruebas contundentes, lo sigo considerando así: un judaizante. Y además es protestante, porque como hemos visto, él subrepticiamente se opone a la infalibilidad papal, ya que afirma que las definiciones infalibles definitivas de los Papas están libres a la interpretación. ¡Eso es el "libre examen" protestante!
Las definiciones infalibles y definitivas de los Papas, no se las pueden interpretar, sino que se las deben acatar y guardar, al pie de la letra, sin cambiarle una sola tilde; y eso, también vale obviamente para la condena hacia el "bautismo" de deseo y el "bautismo" de sangre.
Veamos cómo se expresa un relativista, un tergiversador, un cripto-protestante como El Anacoreta; así es su lenguaje herético:
"El fenesmo confunde y toma medidas generales dadas en concilio para casos particulares y fruto de excepciones...o acaso cuando se habla de la confesion se pondera la contriccion perfecta? no...porque se esta hablando de modo general como unico vehiculo al perdon de los pecados..sin embargo cuando particulariza la Iglesia lo da por valido y catolico.Lo mismo pasa con el tema del Bautismo,la Iglesia habla en modo general y no pondera las excepciones y cuando las pondera,porque trento dice claramente "o su deseo"...los fenetas lo toman como el deseo subjetivo para recibir al sacramento,sin embargo nunca han leido la teologia dogmatica al respecto donde ilustra este punto,y es bien evidente a que se refiere...no se refiere al deseo del sacramento,ya que esa es una condicion de validez,sino al DESEO de recibirlo y no poderlo hacer y morir posteriormente como los catecumenos u otros casos,,,,ya que si se refiriera a los condicionantes de validez necesitaria poner TODOS materia,forma,ministro,e intencion tanto del ministro como del que recibe...ninguno es mas importante que otros...esto habla de la contumacia."
Vuelve a insistir con el asunto de la confesión, que no prueba nada, ya que para que alguien pueda confesarse antes, necesita ser católico; y por ende, no están en pie de igualdad el sacramento del bautismo con el de confesión, ya que el primero es el que permite ingresar a la Iglesia, y el segundo, el individuo ya está dentro de la Iglesia, y entonces sí admite excepciones, pero no puede haber excepciones para el sacramento del bautismo, como lo hemos mostrado en los textos del Magisterio infalible de la Santa Madre Iglesia. Luego, continúa repitiendo lo mismo sobre el "deseo", que ya hemos refutado, pero coloqué esta cita, para que se vea de la forma en que se expresa un hereje, cómo es su lenguaje mentiroso; ellos son hijos del diablo, el padre de la mentira y por eso sus bocas sólo escupen mentiras.
Nos trata de "feeneyitas", pero nosotros somos católicos, y quienes no lo son, son ellos, que son herejes neo-pelagianos, laxistas, repletos de relativismo en su lenguaje, incluso aceptando el positivismo, como cuando Raúl Miguel, Juan Pérez, Claudio y toda esa gentuza herética nos califica de "locos", al referirnos hacia un "neuropsiquiátrico". Es que dejándose llevar por su concupiscencia, cayendo en un pozo repleto de soberbia, han quedado cegados por su vano orgullo, y esa venda en los ojos y ese tapón de cera en los oídos, no les permite ver ni oír la Verdad, la Palabra de Dios; y por eso Raúl Miguel le molesta que le refriegue en su herética cara, pasajes bíblicos y citas del Magisterio infalible. Eso es, porque en su odio hacia Cristo y su Santa Iglesia, estos herejes no pueden soportar, palabras e ideas de los textos sagrados y magisteriales, que contradigan a sus opiniones heréticas. 
Ellos siempre preferirán buscar excusas y banalizar la cuestión, apelarán al ad hominem, y desviarán la atención del debate, hacia estériles contiendas políticas (defendiendo disimuladamente al liberalismo y la democracia liberal y diabólica), generarán cizaña y divisiones, e introducirán ideas heréticas en el cuerpo de la Resistencia; todo eso, al servicio del judío internacional, y por ende, al servicio del demonio. 
Y miren la sutileza que pueden llegar a tener los herejes en su lenguaje (políticamente correcto, o en este caso, "vaticanosegundomente" correcto); dice Anacoreta: 

"Con respecto a los protestantes...ellos no interpretan dogmas...ellos NO ACEPTAN DOGMAS...la Iglesia los expone e interpreta a los fieles el sentido correcto...no los protestantes..los que no interpretan son los FENETAS."
 En realidad los protestantes tergiversan y falsean los dogmas, ellos apelan al "libre examen", ellos niegan la infalibilidad papal y por eso interpretan todo libremente. Así que por eso mismo, somos los católicos, quienes NO interpretamos los dogmas, sino que simplemente los CREEMOS, los ACATAMOS. Y eso, no es ser "feeneyita", eso es ser católico.
Pero además, el mensaje de El Anacoreta es vano e idiota, porque todo lo que él opina, ya había sido rebatido, en un mensaje atrás, por Crux et Gladius (14), contestando a Fernando Olmedo Broemser (otro hereje) (15):
"Fernando:
El error es el siguiente: Afirmas que el bautismo de deseo es "tradición de la Iglesia" y que yo la desconzco.
El bautismo de deseo no es tradición de la Iglesia ya que jamás fue la enseñanza oficial de la Iglesia dada por los Apóstoles. A no ser que estés re-definiendo "tradición" de una manera nueva .
Segundo error: si no le basta una definición dogmática, entonces no puede llamarse católico.
tercero: la dogmática no se interpreta. Los protestantes la interpretan.
Y no hay mas que se pueda agregar
."
Estoy de acuerdo con Crux, pues él simplemente repite lo que enseña el Magisterio de la Iglesia y no anda "interpretando" como lo hace Fernando Olmedo, quien acusa de "sola Scriptura", al hecho de que los dogmas infalibles no se los interpretan, sino que simplemente se los acatan. Para Olmedo, la teología dogmática puede interpretar libremente ("libre examen") el dogma de la Iglesia. Pero entonces, consideremos esto: si la teología dogmática continúa interpretando el dogma, luego de que el Papa desde la Silla de San Pedro, ya definió al dogma, ¿cómo sabemos que esa interpretación de la teología dogmática es la correcta? Dirán ellos: por el consenso...O sea, ¡que son unos demócratas!, que pasan por encima de la autoridad pontificia, y alegan que la opinión de la mayoría es más importante que la doctrina definida de forma infalible, definitiva y categórica, por el Vicario de Cristo.
O sea, que para ellos, la opinión de "teólogos dogmáticos" es más importante que la Palabra de Dios; para ellos las tradiciones humanas, son más importantes que la Santa Tradición de la Iglesia...¿Y después tienen la desfachatez de acusarnos de "jansenistas" (o sea, episcopales y demócratas, que creían que "el Concilio está por encima del Papa"; otros eran "regalistas", que en realidad no son monárquicos, sino demócratas, puesto que también afirmaban que "el Concilio está por encima del Papa") (16) o de "protestantes", cuando son ellos--y no nosotros--los que están negando la infalibilidad papal al afirmar que los dogmas definidos por el Papa pueden ser "interpretados"?
Así pues, hemos destrozado por completo las falacias de los herejes raulmiguelistas y loganianos, neo-pelagianos, neo-semi-pelagianos, neo-laxistas, neo-flagelantes, cripto-protestantes, judaizantes, aliadófilos y cripto-liberales, en fin, unos herejes, unos no-católicos, unos infieles...¡Enemigos de Cristo y su Santa Iglesia!

Oremos por los herejes raulmiguelistas y loganianos, para que vuelvan al Camino de la Luz, la Verdad y la Vida.


Fuentes consultadas y referencias:

Santa Biblia.
Denzinger.
"Fuera de la Iglesia no hay salvación", Hno. Pedro Dimond. 
"Diccionario de Herejías, Errores y Cismas", Jacques-Paul Migne, 1850.

(1) Léase artículo anterior, aquí: http://copvs.blogspot.com/2014/12/sobre-la-infalibilidad-papal-y-del.html
(2) Idem.
(3) Constitución dogmática Pastor Æternus, que puede leerse aquí: http://es.catholic.net/op/articulos/19352/index.php?num_error=2
(4) Regla de San Agustín: "No apartarse en nada del sentido literal y obvio, como no tenga alguna razón que le impida ajustarse a él o que haga necesario abandonarlo", es asumida por el Magisterio de la Iglesia.  Ver León XIII en Providentissimus Deus n. 33.
(5) "Creacionismo Especial", puede leerse aquí: http://creacinseisdas.blogspot.com/2010/02/creacionismo-especial-seis-dias.html
"Teoría de la Creación", puede leerse aquí: http://es.enciclopedia-neshtacar.wikia.com/wiki/Teor%C3%ADa_de_la_Creaci%C3%B3n
(6) "Sin embargo no se mueve", Lic. Juan Carlos Gorostizaga y Dr. Milenko Bernadic.
(7) "Handbook of Patrology" [El Manual de la Patrología], Tixeront, St. Louis, MO: B. Herder Book Co., 1951.
(8) "Carta dogmática a Flaviano", Concilio de Calcedonia, 451; puede leerse aquí: http://www.oocities.org/iglesia_catolica/conciliocalcedonia/calcedonia1.html
(9) "Summa Theologica", Sto. Tomás de Aquino. En: III, q. 66, a. 11, respuesta 2: “Como ya se dijo más arriba (q. 60 a. 1), el sacramento pertenece a la categoría de los signos. Pero los otros dos convienen con el bautismo de agua no porque sean signos, sino en el efecto del bautismo. Y por eso no son sacramentos”.
(10) "Fuera de la Iglesia no hay absolutamente ninguna salvación", Hno. Pedro Dimond, OSB, 2006. En el capítulo XV; puede leerse aquí: http://www.vaticanocatolico.com/fuera_de_la_iglesia_no_hay_salvacion.php#sec15
(11) Aquí: http://copvs.blogspot.com/2014/12/mas-mentiras-y-herejias-de-los-fariseos.html
Y los cinco artículos de mi autoría, allí referenciados, en las "Fuentes consultadas y referencias".
(12) Comentario de El Anacoreta, aquí: http://cruxetgladius.blogspot.com/2013/12/el-bautismo-de-deseo-en-el-cocilio.html?showComment=1398007945136#c5010605572157669819
(12) Idem a 11.
(13) "Diccionario de Herejías, Errores y Cismas", Jacques-Paul Migne, 1850.
(14) Comentario de Crux et Gladius, aquí: http://cruxetgladius.blogspot.com/2013/12/el-bautismo-de-deseo-en-el-cocilio.html?showComment=1388769444266#c7086411381486900831
(15) Perfil de Fernando Olmedo Broemser, aquí: https://www.blogger.com/profile/09334871327415922969
(16) "Declaratio cleri gallicani", 1682. 

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