Por Andrés Copusianus.
Dijo N.S. Jesucristo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí". Jn.14:6 |
Con este breve artículo, simplemente me voy a limitar a enlistar las DIEZ herejías actuales más comunes entre quiénes dicen ser "católicos" y NO lo son:
- "Bautismos" falsos o no-sacramentales; es decir, el "bautismo" de deseo, el "bautismo" de sangre y el "bautismo" de fuego. Todos estos "bautismos" falsos o no-sacramentales, niegan la necesidad del sacramento del bautismo (cuya materia es el agua verdadera y natural), negando así el pecado original, y el dogma fundamental "extra Ecclesiam nulla salus", es decir, negando la predestinación católica (la doctrina de la Gracia).
- Salvación por "ignorancia invencible"; es decir, la negación de la necesidad del bautismo y del pecado original, suponiendo que las personas pueden salvarse a través de su ignorancia, lo cual es absurdo, puesto que si no en la Iglesia no habría necesidad de misioneros ni predicadores. Una vez más, los herejes que afirman tal cosa, niegan la predestinación católica, doctrina fundamental de la Santa Madre Iglesia ("extra Ecclesiam nulla salus"), es decir, que se salvan sólo los predestinados, sólo los justos, sólo los santos. Esta herejía va generalmente ligada a la anterior (en esencia son la misma), y conducen a un "libre albedrío hipertrofiado", puesto que al negar la predestinación, ellos creen que pueden salvarse por sus propios "méritos", en lugar de por la Gracia de Dios.
- Relativismo: es una herejía también muy común, junto a las anteriores, por la cual se relativizan todos los dogmas, no sólo los cristianos sino también incluso los científicos. Por lo general el laxismo religioso y moral, conlleva un laxismo filosófico, político y social. Los relativistas por ejemplo--negando la infalibilidad papal (cosa que también hacen quienes aceptan las herejías del punto 1 y 2)--alegan que los dogmas de la Iglesia "evolucionan", o dicen que la Tierra es un "planeta" que "gira alrededor del Sol", en lugar de seguir la doctrina de la Iglesia que siempre enseñó la posición central de la Tierra en el universo. El relativismo es pues un indiferentismo religioso, moral y filosófico, que repercute de forma profunda en las almas de las personas.
- Evolucionismo: va muy ligado al anterior y constituye una negación directa al Credo Niceno-Constantinopolitano, negándose la Creación del mundo, de lo visible y de lo invisible, por parte de Dios; los herejes evolucionistas niegan el Principio del Diseño Inteligente, y también creen que los dogmas de la Iglesia "evolucionan"; es decir, que son también relativistas.
- Positivismo: es otra herejía, que también va ligada a las dos anteriores (3 y 4), pero incluso se va a un paso más allá: se niega la existencia de lo sobrenatural y preternatural o al menos se lo relativiza gravemente, y así, se justifica el pecado (venial y mortal) a través de presuntas "enfermedades mentales" o "psiquiátricas", que incluso pueden justificar asesinos, ladrones o violadores, personas malvadas sin escrúpulos ni valores morales. Ellos son los partidarios de las grandes farmacéuticas (la farmafia) y del mito del "consenso científico", que no existe ni nunca existió. Ellos por ejemplo, dicen blasfemias contra los santos y contra Dios, porque por ejemplo creen que Santa Juana de Arco era "esquizofrénica".
- Anticoncepción: es una herejía bastante extendida, incluso entre algunos dizque "católicos" más "tradicionalistas", quienes sólo condenan la anticoncepción artificial pero aceptan la "natural", cosa que es herejía y pecado mortal muy grave. Ellos directamente niegan que la sexualidad es para la reproducción y por tanto, subordinan el fin primario del matrimonio (la procreación) a sus fines secundarios.
- Subjetivismo, también llamado sentimentalismo es una herejía que va íntimamente ligada al relativismo moral (e incluso al evolucionismo, por la supuesta "evolución de los dogmas"). Esta herejía terrible niega la existencia de la objetividad y de lo Absoluto, y por tanto, es como si negaran directamente la existencia de Dios; en verdad, no pasa de una apostasía o ateísmo disfrazado.
- Laxismo sutil, es la herejía en la cual se niega que sea necesario el conocimiento del dogma católico para la salvación eterna; va ligado a la herejía de la salvación por ignorancia invencible, pero es más sutil, porque alega que la gente puede salvarse aun cayendo en "herejía material", esto es, que desconocen el dogma católico en una particular materia y por eso lo excusan para cometer esa particular herejía.
- Babelismo o herejía babeliana, que es la herejía del igualitarismo, que confundiendo la doctrina del universalismo cristiano (que la Iglesia católica es para todo el universo, para todos los hombres, sin distinción de raza, nacionalidad, clase social, etcétera), alegan que es justo que todos seamos iguales y no exista ninguna distinción ni de raza, ni de nacionalidad, sexo, clase social, etcétera. Esta doctrina herética es la base de las más nefastas ideologías políticas y sociales, como el marxismo (incluso con la famosa "teología de la liberación"), el liberalismo, el demo-liberalismo, y el progresismo (marxismo cultural, multiculturalismo, inmigracionismo, mestizaje, antirracismo y globalismo). De hecho, esta falsa doctrina constituye el fundamento de la Sinagoga de Satanás y su Nuevo Orden Mundial Judío.
- Y finalmente, negación de la infalibilidad papal, que va ligada a las nueve herejías anteriores y a la negación del dogma fundamental de la predestinación católica. Directamente muchos quienes niegan el dogma católico, total o parcialmente es porque niegan la Santa Biblia, y la Santa Tradición, niegan el Magisterio infalible de la Iglesia; ellos niegan que el Papa--cuando se expresa desde la cátedra de San Pedro--es infalible, y por ende, niegan la Biblia, es decir que niegan la Palabra de Dios. En el fondo, se convierten pues, en protestantes; y eso es lo que son todos estos herejes, que se dicen "católicos", pero caen en estas diez herejías: son en todo caso, protestantes, son no-católicos, son herejes.
San Agustín de Hipona, ora pro nobis. |